Bicicleta con motor

Skyline casa en el prado

El que cree nunca está solo” dijo Benedicto XVI, darse cuenta de que Dios está contigo en todo momento, que siempre está en ti me hizo pensar como si todos fuéramos una bicicleta eléctrica pero vamos andando por la vida sin prender el motor.

La bicicleta funciona y podemos pedalear y avanzar  sin necesidad del motor pero en las subidas nos cuesta muchísimo y hay veces que estamos cansados y no podemos disfrutar del paisaje alrededor por pedalear sin parar. Sería mejor prender el motor para que nos ayude, igual tienes que pedalear pero tendrás una gran ayuda del motor y podrás disfrutar del paseo con más tranquilidad.

 Dios, es el motor de nuestra vida, nosotros podemos ir por la vida sin él, pero me parece una tontería y desperdicio porque si tenemos un motor que nos va ayudar a empujar, a dar fuerzas  y hacer el camino más agradable, sobre todo en los momentos de lucha,  ¿por qué no prenderlo?

¿Por qué no prendemos el motor de nuestra vida, que es Dios? Prendiendo tu motor puedes ir por la vida tranquilo, confiado, alegre y seguro que cualquier ruta la podrás hacer. La vida ya no es un camino de piedras y obstáculos, si no, se vuelve un paseo por el pardo!  

Back to blog